
Según fuentes sindicales, Gordó les escuchó y les reconoció que algunas de sus peticiones podían ser sensatas, pero se escudó en razones presupuestarias para no aceptar ninguna. En todo caso se remitió al año 2014 como un escenario en el que se podrían analizar las mejoras que reclaman los trabajadores. Después del desafortunado encuentro, el comité decidió endurecer su postura con el encierro.